Obstrucción de Vias Lagrimales

Una obstrucción del conducto lagrimal ocurre cuando el sistema de drenaje de lágrimas es parcial o totalmente obstruido. Las lágrimas no pueden ser drenadas normalmente, causando ojos acuosos, irritados o crónicamente infectados. Cuando los conductos lagrimales se bloquean, las bacterias atrapadas en el saco lagrimal pueden producir una infección llamada dacriocistitis.

Síntomas:

Inflamación, dolor y enrojecimiento de la esquina interior del ojo, o alrededor del ojo y la nariz;
Infecciones recurrentes en el ojo; Descargas de mucosa en el ojo;
Costras (lagañas) en las pestañas; Visión borrosa;
Coloración de las lágrimas por sangre;
Fiebre.

Tratamiento:

-Técnica que usa dilatación, sondeo e irrigación que puede ser utilizada.
-Procedimiento llamado canulización o intubación, pequeños tubos se utilizan para abrir los bloqueos y ensanchar los pasajes lagrimales estrechos en el sistema de drenaje lagrimal.
-La dacriocistorrinostomía es un procedimiento quirúrgico generalmente realizado para tratar la mayoría de los casos de conductos lagrimales bloqueados

Obstrucción lagrimal congénita

Las glándulas lagrimales producen lágrimas de forma constante durante el día para mantener los ojos lubricados. Las lágrimas fluyen desde los ojos a través del sistema de drenaje lagrimal. Aproximadamente el 7% de los infantes nacen con obstrucción lagrimal del sistema de drenaje en uno o en los dos ojos. Este porcentaje es aún mayor en niños prematuros.

Posibles tratamientos

El tratamiento inicial se realiza con masajes sobre el área alrededor del saco lagrimal afectado, con el propósito de formar las lágrimas hacia el ducto nasolagrimal y para tratar de remover la membrana que causa la obstrucción. Es posible que el médico también le indique gotas o pomadas. Si el masaje no alivia la obstrucción, sería necesario realizar un sondeo. Este procedimiento se realiza usualmente de forma ambulatoria y bajo anestesia general. El sondeo consiste en insertar una sonda muy fina a través del punto lagrimal y pasar por el ducto a través de la obstrucción. Si el cornete inferior se encuentra bloqueado se puede movilizar al extremo final del ducto nasolagrimal. En casos más severos o recurrentes, se inserta un tubo artificial fino de goma en el ducto nasolagrimal para que permanezca ahí por varias semanas. Dicho tubo puede ser retirado en el consultorio del médico. Es posible que se requiera el uso de pomadas antibióticas o gotas.